Por: Carola Pozo Cortez
Te presento una prueba. En este cuadro están los números del 1 al 54.
Deberás encontrarlos en forma correlativa, empezando del 1, luego el 2
y así sucesivamente hasta el número 54.
Tómate el tiempo: ¿Cuántos números puedes hallar en un minuto y medio?
No hay ninguna trampa ni truco alguno.
¿Estás preparado?, bueno,en tu marca… listo, YA
Ahora te invito a mirar el mismo cuadro que, como notarás, los cuadriculé (aunque no están simétricamente distribuidos) :
Para encontrar los números solo debes seguir el orden que muestra este cuadro. Dicho de otra manera solo bastará buscar el número 1 que se encuentra en el cuadro 1, el siguiente número se encuentra en el cuadro 8 y así sucesivamente hasta llegar al cuadro 9.
Luego pruebas nuevamente, vas al cuadro 1 y repites la secuencia hasta llegar al cuadro 9.
Es hora que te tomes el tiempo nuevamente y esta vez comprueba hasta que número llegas en un minuto y medio.
Cuando hayas finalizado, vuelve al cuadro inicial, es decir sin la división realizada recién. ¿Estás preparado?, bueno, en tu marca … listo YA.
¿Hasta qué número pudiste encontrar ahora?
Posiblemente lograste llegar hasta el número 54. ¿Y donde estuvo la diferencia?. La única diferencia es que encontraste una forma de pensar - una estructura - para encontrar los números. Una vez que supiste donde buscar, prácticamente triplicaste seguramente la forma de buscarlos.
Entonces si tomas como base una estructura o forma para pensar, esta, puede ayudarte a resolver mejor y más rápido cualquier problema que se te presente.
La importancia de una estructura te ayuda a manejar de forma inteligente las decisiones más importantes de tu vida.
Un esquema es la forma como se percibe el mundo, cómo lo ves y qué opinas de él.
Analiza esta historia que ahora te paso a contar:
Un hombre estaba parado en la vereda de una gran avenida, de pronto ve a una mujer que estaba cruzando la calle, se le acerca corriendo y la empuja con tan mala suerte que ella cae y lamentablemente se golpea la cabeza contra el piso, hecho que le ocasiona una herida abierta. Inmediatamente la gente que se encontraba en los alrededores se acerca corriendo, alguien llama a una ambulancia porque la mujer necesita auxilio inmediato. Los testigos indignados, desde su visión, empiezan a insultar al hombre partícipe y autor de semejante accidente y llaman a la policía. ¿Tu qué piensan acerca de la actitud del hombre?. Dirás a lo mejor:
- ¡Qué hombre desalmado!
- ¡Qué salvaje!
- ¡Hombre insano!
- ¡Ese hombre está loco, debe ir preso!
La policía y la ambulancia llegan al mismo tiempo. ¡ Y que sorpresa se llevan!. A la mujer le sangraba la cabeza y cuando los paramédicos se acercan a auxiliarla se dan cuenta que esa señora era ciega.
¡Ah!, el hombre no era un salvaje, no estaba loco ni era desalmado, simplemente era un héroe, porque había salvado a la mujer, a lo mejor, de la muerte, porque estaba a punto de ser atropellarla por un camión.
Los testigos presenciales cambiaron inmediatamente su percepción del accidente. Su enojo, su furia casi incontenida, se convirtió en admiración y agradecimiento ajeno.
A esto querido lector y estimado adolescente se llama cambio de esquema.
Muchas veces en la vida nuestros esquemas o percepciones son equivocadas y es necesario enmendarlas o corregirlas. No es bueno juzgar a los demás libremente, porque, si estás de acuerdo conmigo, muy pocas veces conocemos toda la historia.
¿QUÉ ES UN PRINCIPIO?
Un principio es una ley de la naturaleza,. Por ejemplo la fuerza de la gravedad es un principio. Si lanzas una pelota al aire, caerá indefectiblemente al suelo, sin importar si vives en París o en Japón, ni si la lanzaste hoy, ayer o cuando se inventó la escritura.
De esta manera como hay principios que rigen el mundo físico, así mismo, los hay aquellos que gobiernan las relaciones humanas.
La honestidad, sin ir más lejos, es un principio. Si eres honesto con los demás, podrás ser digno de confianza. Si eres deshonesto, seguro que podrás ir engañando por el mundo por un buen tiempo, pero no te quepa la menor duda que serás descubierto... siempre.
Otros principios son el trabajo arduo, el respeto, la vocación de servicio, la atención, la paciencia, la responsabilidad, el amor, la renovación, la libertad y la justicia y muchos otros más.
